
Anónimo mejicano
Frontal de altar (1675)
Plata repujada, dorada y en su color. 103,5x 302 cm.
Villarrasa. Hermandad de Nuestra Señora de los Remedios
La frontanela del altar de la ermita de la Virgen de los Remedios, patrona de Villarrasa, fue donada por el indiano Pedro Ximénez Delgado, en 1675[1]. «Ante Jerónimo Herrera, Secretario, en 14 de febrero de 1675. Pedro Ximénez Delgado, vecino de esta villa de Villarrasa digo que por cuanto yo tengo mucha devoción a la Virgen Santísima de los Remedios, sita en esta dicha villa, y habiendo ido a las Indias y vivido en la ciudad de México, su Divina Majestad fue servido de traerme con prosperidad a esta villa, y en lo cual y en aumento de gracias, otorgo y conozco por la presente carta que hago grazia y donazión buena, pura, perfecta, yrrevocable, a la dicha Virgen de los Remedios, para maior aumento y selebrazión del culto divino en su altar, de un FRONTAL DE PLATA labrado a martillo con extremos sobredorados = UNA CALIS, PATTENA, DOS VINAJERAS Y UNA SALVILLA DE PLATA SOBREDORADA, Y DOS BLANDONES DE PLATA BLANCA, y desde luego todo lo cedo, renuncio y traspaso en la Hermandad de la Cofradía de la Santa Misericordia, sita en esta villa, donde está colocada la dicha imagen, a quien nombro por administradora y tenedora de las dichas piezas [...]
Esta obra de orfebrería barroca mejicana reproduce en plata el modelo de las ricas frontaleras que exornaban los altares, de diversos tejidos, colores y labores, bordados o pintados, a tenor de los tiempos litúrgicos y de la categoría de las fiestas. Se compone de un cuerpo principal enmarcado por una banda superior horizontal y dos caídas verticales en sus extremos. El cuerpo principal queda centrado por una placa, exquisitamente labrada, que reproduce un jarrón de azucenas, símbolo de la pureza virginal de María, rodeado de ces y cartelas doradas, con diseños curvilíneos planos, sobre fondo mate cincelado; quedando todo enmarcado por una guirnalda de laurel. A ambos lados, se desarrollan sendas placas de roleos vegetales simétricos, que parten de unas páteras o platos lisos, circulares, dorados, con una flor abierta de ocho pétalos. La caída superior, más estrecha, consiste en una franja horizontal, compuesta de una pieza central, con óvalo dorado, en el que figura el trigrama de Jesús —IHS— coronado por la cruz, enmarcado por una tarja en blanco. Cinco placas rectangulares a cada lado se ornamentan con una corola central dorada, de cuatro pétalos, envuelta por dos grandes hojas de acanto en blanco, con el peciolo dorado. Por debajo discurre seguido un galón de roleos vegetales. A modo de flecos, se dispone una secuencia de hojas estilizadas, en cuyo diseño se unen una cartela plana, en blanco, y una hoja dorada, con tallo y nervios labrados. Las cenefas laterales constan de un óvalo central dorado, enmarcado por cartela en blanco, de la que parten, tanto por arriba como por abajo sendas hojas de acanto, con tallos curvos dorados. En el óvalo de la derecha del altar figura el emblema coronado de la Virgen —MARIA—, y en el de la izquierda el de su esposo San José —IOSEPH—. Quedan separados del cuerpo principal por una flecadura de hojas más pequeñas y un galón en forma de guirnalda de laurel, el mismo galón que enmarca todo el conjunto de la frontalera. Su estrecha similitud estilística al altar del Stmo. Sacramento de la Iglesia Prioral del Puerto de Santa María, obra de José de Medina, fechada en 1687[3], nos permite relacionar el frontal de Villarrasa con dicho autor o taller mexicano.
El frontal, publicado por Heredia[4], Ríos Ramos[5], y Sanz-Mejías[6], figuró en la exposición Plata labrada de Indias, que tuvo lugar en septiembre y octubre de 1992, en el Monasterio de Santa Clara de Moguer[7]. El 14 de junio de 1993 sirvió al altar en el que ofició la eucaristía S.S. el Papa Juan Pablo II, en su visita apostólica a Huelva[8].
J.M.G.G.- M.J.C.T.
Frontal de altar (1675)
Plata repujada, dorada y en su color. 103,5x 302 cm.
Villarrasa. Hermandad de Nuestra Señora de los Remedios
La frontanela del altar de la ermita de la Virgen de los Remedios, patrona de Villarrasa, fue donada por el indiano Pedro Ximénez Delgado, en 1675[1]. «Ante Jerónimo Herrera, Secretario, en 14 de febrero de 1675. Pedro Ximénez Delgado, vecino de esta villa de Villarrasa digo que por cuanto yo tengo mucha devoción a la Virgen Santísima de los Remedios, sita en esta dicha villa, y habiendo ido a las Indias y vivido en la ciudad de México, su Divina Majestad fue servido de traerme con prosperidad a esta villa, y en lo cual y en aumento de gracias, otorgo y conozco por la presente carta que hago grazia y donazión buena, pura, perfecta, yrrevocable, a la dicha Virgen de los Remedios, para maior aumento y selebrazión del culto divino en su altar, de un FRONTAL DE PLATA labrado a martillo con extremos sobredorados = UNA CALIS, PATTENA, DOS VINAJERAS Y UNA SALVILLA DE PLATA SOBREDORADA, Y DOS BLANDONES DE PLATA BLANCA, y desde luego todo lo cedo, renuncio y traspaso en la Hermandad de la Cofradía de la Santa Misericordia, sita en esta villa, donde está colocada la dicha imagen, a quien nombro por administradora y tenedora de las dichas piezas [...]
Esta obra de orfebrería barroca mejicana reproduce en plata el modelo de las ricas frontaleras que exornaban los altares, de diversos tejidos, colores y labores, bordados o pintados, a tenor de los tiempos litúrgicos y de la categoría de las fiestas. Se compone de un cuerpo principal enmarcado por una banda superior horizontal y dos caídas verticales en sus extremos. El cuerpo principal queda centrado por una placa, exquisitamente labrada, que reproduce un jarrón de azucenas, símbolo de la pureza virginal de María, rodeado de ces y cartelas doradas, con diseños curvilíneos planos, sobre fondo mate cincelado; quedando todo enmarcado por una guirnalda de laurel. A ambos lados, se desarrollan sendas placas de roleos vegetales simétricos, que parten de unas páteras o platos lisos, circulares, dorados, con una flor abierta de ocho pétalos. La caída superior, más estrecha, consiste en una franja horizontal, compuesta de una pieza central, con óvalo dorado, en el que figura el trigrama de Jesús —IHS— coronado por la cruz, enmarcado por una tarja en blanco. Cinco placas rectangulares a cada lado se ornamentan con una corola central dorada, de cuatro pétalos, envuelta por dos grandes hojas de acanto en blanco, con el peciolo dorado. Por debajo discurre seguido un galón de roleos vegetales. A modo de flecos, se dispone una secuencia de hojas estilizadas, en cuyo diseño se unen una cartela plana, en blanco, y una hoja dorada, con tallo y nervios labrados. Las cenefas laterales constan de un óvalo central dorado, enmarcado por cartela en blanco, de la que parten, tanto por arriba como por abajo sendas hojas de acanto, con tallos curvos dorados. En el óvalo de la derecha del altar figura el emblema coronado de la Virgen —MARIA—, y en el de la izquierda el de su esposo San José —IOSEPH—. Quedan separados del cuerpo principal por una flecadura de hojas más pequeñas y un galón en forma de guirnalda de laurel, el mismo galón que enmarca todo el conjunto de la frontalera. Su estrecha similitud estilística al altar del Stmo. Sacramento de la Iglesia Prioral del Puerto de Santa María, obra de José de Medina, fechada en 1687[3], nos permite relacionar el frontal de Villarrasa con dicho autor o taller mexicano.
El frontal, publicado por Heredia[4], Ríos Ramos[5], y Sanz-Mejías[6], figuró en la exposición Plata labrada de Indias, que tuvo lugar en septiembre y octubre de 1992, en el Monasterio de Santa Clara de Moguer[7]. El 14 de junio de 1993 sirvió al altar en el que ofició la eucaristía S.S. el Papa Juan Pablo II, en su visita apostólica a Huelva[8].
J.M.G.G.- M.J.C.T.